Con la llegada de los aguiluchos a mediados del mes de abril, hemos empezado a campear por la meseta cerealista, primero en busca de parejas con comportamiento reproductor y
posteriormente en busca de nidos. Este año contamos, con la participación de colaboradores del grupo local así como socios de SEO-Sierra de Guadarrama que nos están ayudando en gran medida para abarcar la mayor cantidad de terreno posible.
Como en años anteriores, la problemática que amenaza a esta especie no es otra que el descuadre que se produce entre el período reproductor del aguilucho cenizo y el momento de recoger la cosecha por parte de los agricultores. Los pollos no están listos para abandonar el nido cuando se produce la recolección del cereal y muchos acaban en las cuchillas de las cosechadoras. Las altas temperatras y la falta de precipitaciones del mes de mayo, amenzaban con un adelanto de la cosecha, pero las lluvias de lo últimos días están dando cierto margen, con lo que esperamos que muchos pollos puedan volar antes de que lleguen las cosechadoras.
Para saber cuando van a volar los pollos, localizamos los nidos de la especie mediante seguimiento de los individuos adultos a gran distancia utilizando prismáticos y telescopios, y una vez localizado el nido, hablamos con el agricultor al que pertenece la tierra para pedirle permiso para acceder al sembrado, con la intención de conocer la edad de los pollos y poder evaluar si les dará tiempo a volar antes de que se coseche el cereal. Como en años anteriores, este año, los agricultores con los que hemos contactado, se han mostardo encantados con la campaña y participan gustosos en la conservación de la especie; sin duda, saben de la importancia que tiene el aguilucho en el control de especies plaga como el topillo campesino.
A día de hoy, hemos encontrado 19 nidos de aguilucho cenizo en cuyo interior había 41 huevos y 17 pollos repartidos por gran parte de la provincia, en localidades como Ortigosa del Pestaño, Paradinas, Miguel-Ibáñez, Marazuela, Juarros de Río Moros, Cantimpalos, Chañe, Caballar, Torreiglesias y Turégano.
La mayoría de los nidos se encuentran en cultivos de trigo, aunque algunas parejas han elegido como lugar de nidificación cultivos de cebada. Estas últimas son las que más riesgo corren, ya que los cultivos de cebada se cosechan antes que los de trigo, por lo que ya ha habido que vallar un par de nidos para protegerlos de las cosechadoras primero, y de los posibles depredadores después.
Seguiremos buscando y protegiendo nidos mientras queden tierras sin cosechar, con la esperanza de aumentar el número de pollos que consigan volar a finales de agosto, momento en el que comienza su viaje a tierras africanas.
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